5.- Egoísta.

Al salir de la cafetería, me dirigí a casa casi por inercia, como si  dentro de mi se hubiese activado algún dispositivo que hiciese que caminase solo hacia el destino. Con la mirada perdida, fija en un punto inexistente, hasta que ese punto se transformó en el portal, saque las llaves, abrí la puerta y […]