3.- Casandra.

Acabo de darme cuenta, que hablo de Casandra como si todo el mundo supiese quien es. Evidentemente, con lo que he contado hasta el momento, se puede deducir que era mi novia. Pero creo que sea quien sea la persona que lea este diario, le interesará saber como la conocí.

Veréis chicos en 2009… no, no haré como Ted Mosby en Como conocí a vuestra madre. Pero si que es verdad que fue en 2009 cuando conocí a Casandra.

Me habían invitado a una fiesta de estás que… es en la casa del amigo de un amigo. Vamos, que no sabía ni de quien era esa casa. Todo al principio, como en toda fiesta, aparentaba normalidad, bebida, música, alguno haciendo alguna tontería para que la gente se riese, los grupitos de conocidos… todo aquello, que toda fiesta que se precie en su comienzo tiene. Y ahí estaba yo, vagando por la fiesta. Fui con unos amigos que me invitaron, pero ellos enseguida se encerraron en un grupo de gente, que más que hablar parecía que tenían las claves de una bomba atómica, ya que se apartaron lo más lejos posible del resto de personas que había allí. Las horas fueron pasando, las ingestas de alcohol y algún que otro porro hizo que la fiesta se fuese deteriorando. A mi derecha, veía a un grupo de chavales sentados, con los ojos prácticamente inyectados en sangre y con una risita estúpida. A mi izquierda, un grupo de muchachas en círculo, rodeando a otra chica, que por lo que escuché se “había rayado” y estaba llorando, porque el tipo que le gustaba no le hacía caso. Y frente a mi, lo que se podría denominar el sector de las parejas, un lugar, donde se encontraban los que esa noche parecía que tendrían sexo salvaje y lujurioso, aunque en un alto porcentaje, la mayoría, aspirarían a un par de besos más apasionados de la cuenta en el portal de la chica que habían conocido esa noche al acompañarla. Visto así, la fiesta estaba empezando a ser una mierda, pero me quedaba mirar que tenía detrás, así que levemente giré la cabeza hacia atrás mientras sonreía a alguna tontería que me dijo un chaval en ese mismo momento, y allí estaba ella. Sentada en un sofá de piel marrón, con un gorro negro del que salía su melena rubia, su mirada fija en el móvil, aislada de todo.

Decidí acercarme, supongo que las copas que me había tomado ayudaron a que me envalentonase de esa forma, me puse frente a ella y sin despegar la mirada de su móvil me preguntó- ¿Qué quieres?- ¿cómo se podía ser tan borde? Pensé. Pero no esperé nada para contestar – Sentarme- ella levanto la mirada y a regañadientes se echo a un lado para dejar que me sentase. Me senté y mirándola le dije:

-¿Qué haces aquí tan apartada de todo?

– Ya ves, esperando- Dijo sin apartar la mirada del móvil

-¿A quién esperas?- Pregunté con cara extrañada

– A ese de ahí- dijo señalando a uno de los muchachos que estaban sentados con los ojos inyectados en sangre.

– Buah, entonces va para largo.

– Lo sé, me la ha jugado.- expreso con cierta resignación y sin apartar la mirada del móvil.

-Si te sirve de consuelo a mi también.- dije intentando quitarle hierro al asunto- ¿como te llamas?- pregunté intentando que su mirada dejase el móvil.

casandra 2

– Casandra- dijo mientras que, al fin, guardaba su móvil.

– ¿Casandra? No es un nombre muy común- Afirmé

– Lo sé, fue la ingeniosa idea de mi padre, le apasiona la mitología y este es su mito favorito, mi madre dice que fue por no escucharlo.- Sonrió levemente al terminar la frase.

– Menos mal que no le apasiona el chocolate, si no ¿como te hubiese llamado? ¿Nestle?- dije de forma sarcástica.

-Imbécil- Dijo mientras se reía

– Bueno y tu… ¿Cómo te llamas?

-Ángel y no, a mi madre no le apasiona la religión, es por mi abuelo… o eso dicen.– Ella sonrió, supongo que por educación, porque la broma era muy mala

– Bueno y que mirabas tanto el móvil… ¿Hablando con el novio?

-Buena forma de tantear si tengo novio o no- dijo irónicamente- La respuesta es no, no tengo novio y lo que miraba…era los comentarios en mi blog.

-¿Tu Blog?- Pregunté escéptico

-Sí… Verás, tengo un blog donde hablo de moda, pero parece ser que no es muy bueno…no tiene muchas visitas- Afirmó con cierta desilusión.

-Eso es fácil de solucionar- Afirmé- Mira en otros blog de moda y todo lo que hagan tu haz lo contrario, si ellos hablan de lo que se lleva pues tu… de lo que no se lleva por ejemplo.

-No tienes ni idea de lo que estás diciendo ¿verdad?

-Ni la más mínima- dije riéndome- pero es una idea, prueba, o invéntate combinaciones por ejemplo, yo que sé… mira como visto, esta claro que no sé nada de moda.

-¡Madre mía!- Exclamó mientras soltaba una gran carcajada.

Justo en ese momento su amigo, con los ojos medio abrir, se acerco y sin más le dijo:- Nena, nos vamos- ella me miró con un gesto de fastidio, se levantó y comenzó a caminar detrás de su amigo, a mitad del camino, se giro, y se despidió con la mano mientras me guiñaba un ojo. Yo me quedé sentado en el sofá preguntándome si la volvería a ver. Yo en ese momento no lo sabía, pero sí, nos encontraríamos otra vez.

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